Thursday, July 9, 2015

Una fábula graciosa

Yo tenía una tía que se llamó Agnes Horan.  Mi tía trabajaba como una secretaria, pero ustedes podrían pensar que ella era una estrella de cine basado en su nombre.

Un día, mi tía viajó por Europa por barco, y compró un boleto de segunda clase.  Pero tenía ganas de tomar el sol en la terraza de primera clase.  Cuando el mayordomo la miró, le dijo, “Lo siento, señora, pero no creo que usted haya comprado un boleto de primera clase.”  Mi tía le respondió, “Es claro que usted a me no reconozca.  Soy Agnes Horan.”  “¡O, Señora Horan, perdóneme, si me hace el favor!” dijo el mayordomo.  “Yo no reconocí a usted.  Usted puede tomar el sol aquí, si prefiere.  ¿Puedo ofrecerle a usted un cóctel?”

Mientras viajábamos de Phoenix para Madrid, tuvimos que cambiar los aviones en Charlotte.  Estábamos retrasados en el aeropuerto por muchas horas.  Yo tenía ganas de pasar el tiempo en el Club de los Almirantes, pero no quería pagar nada por un boleto diario.  Sin embargo, no pude convencer al conserje para pasarme gratis.

Cuando le dije a mi familia  por correo electrónico lo que ha pasado, mi hermano respondió, “Evidentemente no dieron cuenta de que tú eres el sobrino de Agnes Horan.”

Tuve que reírme.

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